En Facebook me restringieron la cuenta porque dicen que esta opinión incita al odio. No lo creo. Me pasan esta información, un llamado de María Luisa Ávila para pinchar a todos los niños y desoír a colectivos y troles que no saben nada del tema, según ella, porque ella sí sabe según su opinión (si no lo dice ella no lo dice nadie). Es una dicha que nos dé los números, para comprobar que son poquísimos los niños afectados. 625, 586 con COVID moderado y seis muertes.
Desgraciadamente nuestra ministra actual no da datos de contagios por edad. Pero veamos los dos primeros meses del 2022, que sí hay datos: enero 11854 casos en menores, 51 hospitalizados y un fallecido; tasa de hospitalización 0,43 y de letalidad 0.008, bajísima. Febrero, 14422 casos en menores, 107 hospitalizados y un muerto, tasa de hospitalización de 0,74 y de letalidad de 0,0006.
Cualquier persona normal advierte que, si hay una enfermedad que de 14422 contagiados solo requieren hospitalización 107, el 0,74%, de ellos 97 con COVID moderado, 10 en UCI (0,06%) y muere solo uno, lo que hay que investigar es por qué les dio con tanta fuerza a esos diez, qué tenían de diferente para que algo que no afecta a más del 99,9% de los menores, los afectara de esa forma. Tal vez problemas en su sistema inmune o mala atención temprana.
Nadie en su sano juicio ordenaría vacunar a todos los miles que resisten fácilmente el COVID por 89 que requirieron UCI en un año y seis que murieron, hay algo que tienen diferente esos menores y hay que investigarlo. Hasta mayo, solo el 11% de los contagios se daba en menores, había 111000 contagiados. Es una población que se contagia poco y requiere menos hospitalización.
Si tuviera un nieto en edad escolar, por ejemplo, jamás lo expondría a los efectos adversos de un medicamento si sé que no lo requiere porque las posibilidades de hospitalización o muerte son ínfimas, tendría que tener enfermedades asociadas o un debilísimo sistema inmune, tal vez carencias serias en su IgA. Finalmente, Ávila se da el lujo de decir que no hagan caso a quienes no saben nada.
Que demuestre que ella sabe algo en un debate con números, en que explique por qué hay que inocular a 1,4 millones de menores ante una enfermedad que tiene una tasa de contagio tan bajo, así como de hospitalización y muerte. Y que hable de los efectos adversos que los mismos fabricantes reconocen en uno de cada 100 o cada 1000 pinchados. Ni siquiera es necesario un debate, que responda lo que le estamos cuestionando.
Luis Solórzano
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