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Estrategias de manipulación mediática

Estas 10 estrategias de manipulación mediática se le han atribuido su autoría a Noam Chomsky pero realmente son de Sylvain Timsit. En 2002, el escritor francés creó una lista de 10 estrategias de manipulación mediática utilizadas por los poderes políticos y económicos para controlar al público. Y aunque han pasado varios años, su lista sigue siendo un argumento muy poderoso y válido a tener en cuenta.

La lista es una clasificación de métodos de manipulación de masas. El propósito de estas estrategias, según el autor, es crear individuos dóciles, sumisos y obedientes. Además, dice que los medios de comunicación las utilizan para apoyar el capitalismo y la desigualdad.

1. Distracción

La estrategia de distracción consiste en desviar la atención del público de los temas importantes. Una forma de hacerlo es inundar las noticias con historias sobre temas triviales. El objetivo es distraer a la gente y mantener su mente ocupada. El resultado es que la gente deja de preguntarse por qué los medios de comunicación no hablan de ciertos temas; la gente se olvida de los verdaderos problemas.

2. Problema – Reacción – Solución

Este método es el equivalente a hacer una “encuesta” en política. Es decir, consiste en poner a prueba a la población difundiendo rumores o ideas para evaluar cómo las recibiría la población. Es crear un problema para luego resolverlo. Entonces el público ve a los manipuladores como héroes.

3. Gradualismo

Consiste en manipular a la gente haciendo que acepte decisiones socialmente injustas. La clave es hacerlo de forma progresiva, lentamente, a lo largo de los años. Por ejemplo, digamos que el objetivo es despedir al 80% de la plantilla de una gran empresa de alto nivel. Los medios de comunicación empezarían a incorporar noticias negativas sobre la empresa: caídas de ventas, desplome de la bolsa, rumores, etc. Poco a poco, se crearía conciencia y se empezaría a preparar a la gente para la “gran noticia”. Si los despidos se hubieran dado a conocer al principio, habría habido un revuelo público.

4. La estrategia de diferir

Es la de presentar las decisiones impopulares como “necesarias”, “para un futuro mejor” o “por nuestro propio bien”. Hacen creer de verdad a los ciudadanos que sus sacrificios harán que las cosas sean significativamente mejores más adelante. Así, los ciudadanos se acostumbran a una menor calidad de vida. Empiezan a verlo como algo normal. Al final, la gente se resignará al estado actual de las cosas y dejará de exigir lo que exigía.

5. Tratar a la gente como niños

Cuanto más quieran los medios de comunicación manipular al público, más le hablarán como si fuera un niño. Se utilizan argumentos, caracteres y entonaciones azucarados, como si la gente fuera demasiado débil o inmadura para manejar la verdad. El objetivo es también una reacción sumisa y dócil. La idea es evitar que la gente piense críticamente como los adultos.

6. Apelar a las emociones

Las apelaciones emocionales son mucho más poderosas que las estériles y puramente objetivas. Los medios de comunicación lo saben, y por eso apelan a las emociones del público. Una vez más, intentan evitar que la gente piense de forma crítica; intentan controlar sus pensamientos. Recuerda lo poderoso que puede ser el miedo.

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Los medios de comunicación prefieren un público ignorante e inculto. Mantenerlo aislado del conocimiento facilita su manipulación. También aleja la insubordinación y la rebelión. La información es poder.

8. Alentar a la gente a contribuir a la mediocridad

Este punto y el anterior son muy similares, y éste es una de las estrategias más sutiles de la manipulación mediática. ¿Los programas que se ofrecen en la televisión coinciden con lo que quiere el público en general? ¿O nos los imponen los medios de comunicación? En otras palabras, ¿Vemos realmente lo que queremos ver, o lo que ellos quieren que veamos? Para Timsit, la respuesta es clara. El consumismo y la banalidad nos hipnotizan. Por lo tanto, no nos importa lo que nos rodea, habiendo sido entrenados para ser mediocres.

9. La autoculpabilidad

Al mismo tiempo que los medios de comunicación fomentan nuestra ignorancia, también nos hacen creer que somos los únicos responsables de nuestras desgracias. Los medios de comunicación nos dicen que nuestras escasas habilidades nos harán miserables y fracasados. En esencia, buscan la autoinculpación a través de la autoexculpación y evitan que el público se movilice.

10. Conocimiento total del público

Para ejercer el control sobre alguien, hay que conocerlo. Por desgracia, nuestras oligarquías modernas se han encargado de ello perfectamente. Para Timsit, los avances psicológicos, sociales y tecnológicos permiten ahora a las grandes empresas saberlo todo sobre cada individuo. El “sistema” nos conoce y eso significa que puede manipularnos exactamente donde somos débiles.

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