Me pasan la información de que María Luisa Ávila pide la renuncia de la actual ministra de Salud. Me pregunto cómo manejaría Ávila la actual situación. Seguro seguiría con encierros, mascarillas y vacuna obligatoria. Confieso que no la entiendo. En un programa de TV aseguró que los anticuerpos generados por la vacuna son mejores que los provocados por la enfermedad y que por eso los recuperados deben inocularse. Lo mismo dijeron los miembros de la CNVE.
A Ávila le preguntaron cuáles sustancias contienen las vacunas y remitió a Internet. No las conoce, ningún médico está preparado para hacer un análisis del contenido de los frascos. Tampoco pueden hacer ese análisis los miembros de la CNVE. De hecho, ninguno de los nombrados ha visto los anticuerpos generados por las vacunas. Fauci dice que no se preocupa por ellos. La FDA no recomienda hacerse exámenes al respecto pues los médicos ni siquiera saben ordenar el examen y confunden los generados contra la proteína S con los producidos contra otras proteínas.
Nadie sabe si se parecen a los IgG (en forma de Y) o tienen diez ganchos como los IgM… No obstante, profesionales que no pueden analizar los compuestos ni dibujar los anticuerpos, ni explicar cómo pueden reaccionar ante una proteína, juran que son mejores que los naturales. En fin, digamos que son mejores que los naturales. Entonces, ¿para qué mantener restricciones, máscaras y todo lo demás si cuento con unos anticuerpos tan perfectos? Alguien con tres dosis debería tirar todos los temores, abrazar a vacunados y no vacunados y ser feliz sin aislamiento de ninguna clase. Pero Ávila critica a la ministra por quitar restricciones y miedos.
Parece que Ávila y los de la CNVE han obtenido conocimientos ocultos y esotéricos sobre los anticuerpos que ni la FDA tiene: “Las vacunas autorizadas para la prevención del COVID-19 inducen anticuerpos contra proteínas virales específicas; los resultados de las pruebas de anticuerpos posteriores a la vacunación serán negativos en personas sin antecedentes de infección natural previa si la prueba utilizada no detecta el tipo de anticuerpos inducido por la vacuna. Las pruebas de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 autorizadas (en inglés) actualmente no están validadas para evaluar la inmunidad o la protección contra la infección por el COVID-19. Las pruebas de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 deben ser solicitadas únicamente por proveedores de atención médica que estén familiarizados con el uso y las limitaciones de la prueba”.
Luis Solórzano Sojo
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