Decía Kant que una disciplina se convierte en ciencia cuando incorpora las matemáticas. Esta pandemia no ha tenido el menor trato matemático, por lo menos en Costa Rica. China anuncia 238000 casos en tres años, lapso en que se ha contagiado solo el 0,017% de su población. Nuestro país posee 1,1 millones de casos, el 21,5% de su población.
¿Cómo es posible que un virus originado en China se ha extendido 1269 veces más en Costa Rica que en su país de origen? Alguien infló los números en un lado mientras que el otro los reducía a la mínima expresión. Si en tres años apenas el 0,017% de los chinos se ha contagiado, se requerirían 17647 años para contagiar a toda la población china actual de 1400 millones. En cambio, bastarían 14 años para contagiar a todos los costarricenses que faltan por contagiarse.
Hay unos diez niños en el Hospital de Niños con COVID-19. La ministra dice que aunque sean poquitos conviene protegerlos a todos, incluidos de seis meses en adelante. El 20,5% de la población costarricense tiene de 0 a 14 años. Eso implica 1062000 personas. Hay diez hospitalizados y la tasa de reproducción del virus actualmente es de 0,75, datos del propio Ministerio de Salud. Significa que esos diez pequeños contagiarán solo a 7,5, esos a 5, etc.
O sea, vamos en clara disminución de los casos. Pero la directora del Hospital de Niños y la prensa claman por vacunar a 1062000 personas por diez internados. No se dan cuenta de que para que esos diez contagien a un millón, el virus tendría que tener una tasa de reproducción de 100000, que afortunadamente no lo ha tenido ningún virus en el mundo. No tomo en cuenta a la población mayor porque ya está totalmente “inmunizada”.
La prensa está actuando como si diez casos se extendieran como reguero de pólvora y es preciso tener protegido al millón que no tiene tres dosis. Así lo recomienda la CNVE también. Imaginemos que el virus entre los menores tomara una tasa de reproducción el doble de la actual, de 1,5 semanal, se requerirían 13 semanas para que 10 contagiaran a 1297; como la “protección” dura tres meses o doce semanas, solo protegimos a esa cantidad de menores. ¿No sería mejor reforzar la atención temprana o averiguar por qué esos diez niños son una excepción y el virus los ha afectado tanto?
Luis Solórzano Sojo
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