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Sobre porcentajes de vacunación, contagios y muertes

Me preguntan cuándo se llegó a tener vacunada a la mitad de la población costarricense. No hay datos precisos y además habría que precisar si se trata de primera, segunda, tercera o cuarta dosis. Hace casi un año, el 5 de octubre de 2021, los datos eran los siguientes: 3407000 personas con primera dosis y 2189000 de ellas con el esquema completo de entonces, o sea, de cinco millones un poco menos tenía dos dosis y solo 1756000 no habían recibido ni una (la inoculación se disparó en ese 1756000 por la obligatoriedad, voluntariamente no querían). Podríamos hablar entonces de una cobertura de la mitad del país.

En mayo del 2021 el Diario Extra publicó: 201 personas mueren de COVID-19 a pesar de la vacuna. La información emanaba del propio Ministerio de Salud y aclaraba que al 17 de mayo habían muerto 169 personas por COVID-19, que contaban con la primera dosis y 32 con ambas dosis. El 2 de abril pasado había 4336000 personas con una dosis y 3972000 con dos, incluso 1859000 con tres. Sin embargo, la cantidad de fallecidos seguía siendo alta, sobre todo en personas mayores de 58 años en que el 97% había recibido dos dosis y el 75% tres. Cualquiera puede comprobar cómo se disparan los fallecimientos a partir de los 50 años para llegar a 7076, el 85,7% de todas las muertes, mientras que solo un 14,3% está en los menores de 50 años.

Finalmente, la obligatoriedad se creó en octubre pasado y se hizo con el fin de frenar contagios. Teníamos un acumulado de 551144 el 15 de ese mes, cuando se dio el decreto. Al 16 de setiembre, once meses después, contamos con 1108604, 557460 casos más, o sea, más del doble de lo que teníamos antes del decreto. Sobre si esta sustancia impide contagios, los números muestran que no y la simple lógica también: la prueba PCR parte de un hisopado en nariz y garganta, los lugares por donde entra el virus.

La prueba de anticuerpos se hace en sangre, donde están las inmunoglobulinas. Ningún anticuerpo en el torrente sanguíneo va a impedir que un virus que penetra por las fosas nasales, puede estar en el aire o en los objetos, entre y se multiplique. Los anticuerpos existen para defendernos de un virus que nos ha penetrado, no para impedir que el virus entre. De hecho, si el virus no entrara la vacuna sería innecesaria.

Luis Solórzano Sojo

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