Muchas personas creen que, en caso de un colapso social, el gobierno producirá los cambios necesarios para su supervivencia. Esto es altamente improbable. En caso de un colapso de este tipo, el gobierno existente probablemente declararía un estado de emergencia en un intento por evitar el caos total. Luego instituiría medidas que pueden abordar problemas inmediatos, al mismo tiempo que intenta preservar las instituciones y las estructuras de poder existentes, a pesar de que estos pueden ser un factor principal que contribuya a los problemas