Cuando se preguntó a Daniel Salas cómo sabía que las medidas que había tomado habían reducido el número de casos, remitió a un estudio del 2021 de la UCR. Cuando un lee el estudio, dice basarse en los números del Ministerio de Salud, un completo círculo vicioso. Todos sabemos que las cifras que daba Salas eran frecuentemente falsas y caprichosas. Dejaba que se acumularan los activos hasta que llegamos a tener 165000 en febrero de este año, para luego bajarlos a razón de 24000 al día. Al mismo tiempo, incluía a todos los hospitalizados del país, incluso los pacientes psiquiátricos. Ningún trabajo que se base en números tan falsos puede ser confiable.
Por otro lado, el estudio de la UCR está totalmente desactualizado, corresponde a febrero del 2021. Como la vacunación apenas estaba empezando, le atribuye un 9,4% de impacto en la reducción de casos y al uso de mascarillas un 29,5% para un 38,9% en conjunto. Increíblemente, al horario regulado en playas atribuye un 37,9%, casi igual que a mascarillas y vacuna juntos, mientras que a la restricción vehicular nocturna le asigna un 79,7%, más del doble que a mascarillas y vacunas juntas. Ambas restricciones desaparecieron y los casos no subieron, no hubo ningún impacto. El lector avispado ya se habrá dado cuenta de otro problema: si sumamos todos los porcentajes, significa que las medidas juntas disminuyen los casos en 311,8%, o sea, tenemos un 100% para acabar con esta pandemia y nos sobran 211% para la viruela del mono y la gripe del camello.
Lo curioso es que desaparecieron esas medidas y los casos siguieron igual o se redujeron. Ciencia es conocimiento de las cosas por sus causas. Si dejamos de tomar un medicamento y los síntomas que evitaba reaparecen, queda comprobado que el fármaco era útil. Si desaparecieron las mascarillas, las restricciones en playas y vehiculares, y los casos no aumentaron, sino que disminuyeron, queda probado científicamente que estas no eran la causa de la baja.
Si tomamos en serio el trabajo, no era necesario gastar tanto en compra de vacunas, con las restricciones nocturna, los fines de semana y en las playas, que suman un 146,3%, acabamos con el COVID y nos sobra un 46,3% para otro invento de Bill Gates. Supongo que nadie en su sano juicio puede creer que la restricción vehicular nocturna disminuyó los casos en un 80% mientras que no se tomó en cuenta cuánto aumentaron los contagios por viajar en buses repletos o hacer filas en paradas.
Definitivamente, la afirmación de un troll de que nada disminuye más los contagios que el uso de mascarillas, no está avalada por este estudio, que pone en primer lugar las restricciones en playas y vehiculares.
Luis Solórzano
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