En un documento del Banco Mundial con fecha de diciembre del 2017, aparece en la página #3 el actual presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, él mismo trabajó para mencionado banco durante 27 años en más de 45 países de América, Europa y Asia. Antes de su nombramiento como ministro de Hacienda, trabajaba como director del Banco Mundial para Indonesia. El documento tiene el nombre:
Del pánico y la negligencia a invertir en seguridad sanitaria
Financiamiento para la preparación de una pandemia a nivel nacional
Grupo de Trabajo Internacional sobre Preparación para el Financiamiento
En el prefacio se comenta que el mundo verá otra pandemia en un futuro no muy lejano:
Múltiples pandemias, numerosos brotes, miles de vidas perdidas y miles de millones de dólares de ingresos nacionales eliminados, todo desde principios de este siglo, en apenas 17 años, y, sin embargo, las inversiones mundiales en preparación y respuesta ante pandemias siguen siendo lamentablemente inadecuadas.
Ya sabemos que el mundo verá otra pandemia en un futuro no muy lejano; que las mutaciones aleatorias ocurren con la suficiente frecuencia en los microbios que les ayudan a sobrevivir y adaptarse; que nuevos patógenos inevitablemente encontrarán una manera de romper nuestras defensas; y que existe un mayor potencial de liberación intencional o accidental de un agente sintetizado.
Todos los comentarios de expertos y todos los análisis de los últimos años nos dicen que los costos de la inacción son inmensos. Y, sin embargo, a medida que los estragos causados por el último brote se convierten en un recuerdo que se desvanece, nos volvemos complacientes y relegamos el caso de invertir en preparación a un segundo plano, solo para traerlo al frente cuando ocurra el próximo brote. El resultado es que el mundo sigue siendo terriblemente vulnerable.
Prefacio, página #8
Más adelante se menciona que en el 2016 se creó un Grupo de Trabajo Internacional sobre el financiamiento para la preparación de una pandemia:
La salud no siempre figura como una de las principales prioridades presupuestarias y dentro del gasto en salud, la preparación para una pandemia a menudo se pasa por alto en favor de objetivos más inmediatos y visibles. Para abordar este desafío, en noviembre de 2016 se creó un Grupo de Trabajo Internacional sobre Preparación para el Financiamiento. Este grupo está compuesto por expertos y líderes de organizaciones multilaterales, instituciones académicas, filantrópicas, gobiernos y empresas.
El objetivo del Grupo de Trabajo Internacional es proponer formas en que los gobiernos nacionales y los socios para el desarrollo puedan garantizar una financiación adecuada y sostenible de las acciones para fortalecer la preparación ante una pandemia y, por lo tanto, permitir el cumplimiento efectivo del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), así como de las normas de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Nuestro enfoque principal es la prevención, identificación y contención de brotes de enfermedades infecciosas, por lo que nos hemos concentrado en el financiamiento de capacidades críticas como sistemas de vigilancia de enfermedades, redes de laboratorios y centros de operaciones de emergencia, así como iniciativas de “Una sola salud” diseñadas para proteger a las personas de los patógenos en la población animal. También reconocemos la importancia crucial de apoyar el fortalecimiento de los sistemas de salud como una inversión clave en la preparación.
Página #9
Aquí se habla acerca de la importancia de la participación del sector privado y que es evidente que la ayuda internacional para los países más pobres y frágiles es necesaria para financiar la preparación de una pandemia:
El alcance de nuestra investigación incluye la movilización de recursos nacionales, la ayuda al desarrollo y la participación del sector privado. Para muchos países, la financiación de la preparación a través del presupuesto del sector público nacional es la mejor manera de garantizar una financiación sostenida y una integración sin fisuras con el resto del sistema sanitario.
Sin embargo, esto requiere garantizar que se dé suficiente prioridad a la inversión en la preparación para la pandemia en las asignaciones presupuestarias. En algunos casos, también puede ser necesario mejorar la movilización fiscal o atraer financiación directa del sector privado. Para muchos países, especialmente los más pobres y frágiles, es evidente que la ayuda internacional al desarrollo tiene un papel que desempeñar en el refuerzo de la preparación ante la pandemia.
En este caso, el reto consiste en garantizar que dichas contribuciones se coordinen y prioricen de forma efectiva, y que se produzca la transición a un acuerdo de financiación sostenible, en lugar de algo que se marchite cuando cambien las prioridades de los donantes.
Página #9
En el caso de Costa Rica se conocen 3 créditos recién otorgados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI):
El FMI aprobó a Costa Rica un crédito por US$1.778 millones en un plazo de tres años (2021)
Lo consideran un salvavidas para aliviar la crisis fiscal empeorada en el 2020 por la pandemia de coronavirus
Fuente
Costa Rica recibe US$300 millones del Banco Mundial para apoyar la recuperación postpandemia (2021)
A fin de apoyar los esfuerzos del Gobierno de Costa Rica para proteger los ingresos y empleos de las personas frente al impacto de la COVID-19, fortalecer a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), reforzar la sostenibilidad fiscal y sentar las bases para una fuerte recuperación pospandemia con base en el desarrollo verde y bajo en carbono
Fuente
Banco Mundial aprobó US$120 millones para esfuerzos de vacunación contra la COVID-19 en Costa Rica (2022)
Para prevenir, detectar y responder a la amenaza que representa la COVID-19 en Costa Rica; así como para fortalecer los sistemas nacionales de preparación en salud pública
Fuente
Incluso se pone de ejemplo la “Pandemia de Influenza H1N1” del 2009:
El carácter imprevisible de las pandemias hace que los argumentos para invertir en la preparación sean aún más convincentes. Las pandemias de gripe, que matan a muchas personas, no muestran una periodicidad o un patrón predecible, más allá de que parecen ocurrir aproximadamente cada 3 o 4 décadas. Existe una alta probabilidad de que el mundo experimente un brote grave en los próximos 10 a 30 años que podría desestabilizar las sociedades y las economías; pero nadie sabe cuándo y dónde podría surgir.
Mortal e imprevisible: El ejemplo de la Influenza H1N1 del 2009, página #29
A pesar de que Wolfgang Wodarg ya había denunciado la manipulación de esa supuesta pandemia:
Declaraciones de Wolfgang Wodarg sobre la gripe A (2010)
El presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa considera que la gripe A es una falsa pandemia y ha afirmado que se trata de uno de los mayores escándalos médicos del siglo.
Fuente
Wodarg atribuye a la OMS la responsabilidad de esta ola de histeria. Afirma que en la organización hay gente vinculada de forma muy estrecha a las farmacéuticas, que el pánico que recorrió el mundo no fue espontáneo, sino que fue planificado; y que no había nada en esa gripe que justificara tal alarma.
Fuente
Compartir artículo en:
El poder de quitar y de exigir a políticos resultados y rendición de cuentas está en el pueblo pero para eso se requiere unidad algo que los corruptos saben que no pueden permitir porque los limita. Hay algo que recordar el sistema de este mundo está condenado por toda la corrupción que existe y si eres cristiano deberás recordar que no eres de este mundo que hay algo mayor la eternidad.