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Un verdadero mensaje de odio

Observo un video del 22 de enero del 2022, en el que participó Eugenia Corrales. Principia diciendo que tenemos un deber como costarricenses de pincharnos, típico argumentum ad populum, llamado al pueblo, al civismo. Continúa con otra falacia de ignorancia de la cuestión mezclada con un discurso demagógico de llamado al pueblo: Costa Rica tiene un sistema de salud tan robusto, una baja mortalidad infantil, etc. todo gracias a nuestro esquema de vacunación obligatorio. Pasa a demostrar que ni siquiera sabe usar los números. Asegura que daba clases a 60 estudiantes por día y que no quiere que al menos seis vayan a cuidados intensivos. En 2020, sin vacunas, solo el 0,4 de los activos iba a UCI, la inmensa mayoría personas de la tercera edad. Una pena que una viróloga dé esos números.

Continúa: “Los no vacunados perdieron su relación con la realidad y se basan en falsedades que ya están demostradas científicamente”. Aquí pasa a inventar una falacia de hombre de paja. Crear un enemigo y destruirlo. Los que no se vacunan creen que la vacuna da autismo y eso está demostrado que es falso. Por supuesto que es falso, nadie de 60 años va a creer que algo como el autismo le va a dar por una vacuna, pero sí puede creer en efectos secundarios graves como trombocitopenia, parálisis de Bell, síndrome de Guillain Barré, síndrome de fuga capilar, problemas en la columna, etc. todos documentados en las mismas autorizaciones de emergencia de las vacunas, de las que nada habla.

Lo más preocupante va del minuto 6:15 en adelante: “están las personas que han recibido mucha información falsa y que la única forma de convencerlos es obligarlos, limitando sus libertades, que no puedan acceder a un restaurante, que no puedan acceder a un avión, que no puedan acceder a la educación, en este caso que no puedan acceder al campus”. Lo extraño es que poco después afirmó que no sabe cómo hay gente que cree que las vacunas evitan el contagio, solo la enfermedad grave y la muerte. Si no evitan el contagio, ¿Qué sentido tiene segregar a los no vacunados y hasta negarles entrar al campus de la UCR? ¿Y cómo explica que los ensayos clínicos para la autorización comparen contagios entre grupos placebo y de inoculados y hospitalizaciones y muertes? No se pueden comparar hospitalizaciones y muertes en menores porque son tan pocas, apenas una tasa de hospitalización de 0,15 y de letalidad de 0,03 en Costa Rica, que no se puede medir una disminución importante. Esta es la gran científica por la que lloran La Nación y CRhoy.

Luis Solórzano

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